Para
terminar la temporada, Urdaneta y Montefuerte ofrecieron un
entretenido y emocionante partido. Los locales no sabían lo que era
en empatar en casa; los visitantes, fuera: acabaron la liga sin
saberlo.
El
encuentro comenzó de la peor manera para el Urdaneta. El Montefuerte
marcó en la primera jugada del partido (min. 1), en una buena
jugada, con desmarque, pase medido al área y remate con clase a la
red. Los visitantes volverían a meter otros buenos centros en el
área durante la primera parte.
Poco a
poco, el Urdaneta entró en el partido. Así consiguió empatar el
encuentro en el minuto 27 mediante una gran jugada personal de Borja
Paredes, muy entonado todo el partido, que, tras arrancar desde el
centro del campo, se presentó sólo ante el portero.
La
primera parte estaba siendo igualada. Pero, en el minuto 44, el
Montefuerte volvió a adelantarse con una gran jugada de ataque que
acabó con un preciso remate de cabeza, fuera del alcance del
portero.
La
segunda parte fue completamente de los locales, que, si en la primera
parte cayeron repetidamente en fuera de juego, ahora consiguieron
desbordar una y otra vez la defensa mediante pases en profundidad.
Así, en el minuto 49, Iñigo Salazar da una gran asistencia a B.
Paredes, que se presenta sólo ante el portero y remata a la red. El
problema estuvo en que después se desperdiciaron ocasiones
parecidas. Hasta ocho veces(8) se fallaron remates a puerta vacía
(dos en la primera parte), más o menos forzados (los menos), y más
o menos cómodos (los más). Y a eso hay añadir otras muchas
ocasiones más, algunas muy claras. También hay que reconocer que
Pablo Aparicio –sobresaliente, una vez más, en la portería–
salvó con dos paradones un par de goles (uno en cada parte).
En ésas
estábamos, cuando en el minuto 82 el Montefuerte se adelantó por
tercera vez, con un gran disparo desde el borde del área, tras una
larga jugada embarullada, que pudo abortarse antes.
Parecía
la sentencia. Pero no. El Urdaneta, con Pablo Besga reconvertido en
extremo izquierdo, fabricó una ocasión cada minuto. Curiosamente,
no se metieron las más claras, que fueron producto generalmente de
pases que desbordaban la defensa con rápidas incorporaciones. Los
goles llegaron en los córners y faltas que produjeron ese dominio,
que también fue favorecido por la expulsión de un jugador del
Montefuerte en los últimos minutos. Así, en el minuto 86, Álvaro
Diago empató a tres con un buen remate de cabeza, tras saque de
esquina. En el 89, Borja Paredes aprovechó un rechace en el
lanzamiento de un córner para adelantar por primera vez a los
locales. Y en el tiempo de descuento, Borja Pérez –por fin–
logró el 5-3 tras el lanzamiento de una falta al borde del área de
Ignacio De la Hera. La falta había sido cometida con la mano por el
portero para desbaratar una enésima llegada clara del Urdaneta, lo
que le supuso la tarjeta roja.
No hubo
tiempo para más. El partido, a mi juicio, terminó con los mejores
minutos de toda la temporada, dejando un buen regusto.
Por el
Urdaneta jugaron: Pablo Aparicio, Pablo Besga, Álvaro Diago, Ignacio
Ferrer, Tito (Alberto, min. 63), Markel, Guillermo, Borja Paredes,
Iñigo Salazar, Borja Pérez y Álvaro Márquez(De la Hera 80)